Rezaban con las manos entrelazadas,
palma contra palma, dedos aferrados.
El incienso atado a las plegarias
de los heridos,
los solitarios,
los que buscan ser perdonados.
Hay dos lamentos:
el que llora por ser uno con Dios;
el de Dios que busca en su interior [devorarlos] unirlos.
Clamaban con las palmas levantadas,
hacia el altar, brazos en alza.
El libro sagrado se abre y se ruega,
por piedad,
por divinidad,
por alcanzar la eternidad.
Hay dos tintineos:
la cadena, a Dios sujeta;
la campana, al elegido apunta.
Cantaban con los ojos cerrados,
hacia las vidrieras, voces elevadas.
La boca divina se alimenta,
de carne viva,
de un corazón que palpita,
de un sacrificio que grita, grita, grita.
Hay dos motivos:
a Dios calmar, aplacar y alimentar;
a su piel rasgar, robar, arrancar.
Tragaban el agua infusionada con [pedazos] inmortalidad,
de sabor fresco: usaban alcohol, romero y espliego.
En la misa todos ansían,
ser como Dios,
vivir por siempre,
y escapar a la muerte.
Me encanta..♥️
ResponderEliminarHermoso ♥️♥️♥️
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