«Volver a la rutina, cuando los engranajes que siguen y modulan tu movimiento han desaparecido, es como encender un coche que casi se ha quedado sin batería. [...] Aterida por la inactividad, me costó volver a crear una rutina donde solo existía yo».
«El primer contacto con la vida siempre es aterrador, los humanos lloran al nacer y los dioses se intentan destruir, dos caras de la misma moneda».
«Había perdido la cuenta sobre cuántas veces le habían dicho que se imbuía demasiado, que vivía la ficción con una implicación casi visceral».
«Me corrijo: “es frustración”. Sí, quizá es un poco más eso, pero hay una tristeza inherente a la cual no puedo dar la espalda.»
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